¿Tu perro se rasca mucho? Te explicamos las causas y remedios de la dermatitis

La imagen de un perro rascándose con las patas traseras es tan frecuente que podríamos pensar que es normal. Sin embargo, hay que prestar especial atención a si ese perro se rasca mucho más de lo normal, pues podría presentar algún problema de salud.

Cuando viene a consulta un perro con prurito, lo primero que hacemos es realizar una entrevista con el propietario para intentar averiguar varios datos importantes que nos ayuden a determinar el problema. Preguntamos por la extensión de las zonas afectadas, desde cuándo se rasca o si hay épocas con más prurito que otras.

Se pregunta también por el uso de productos antiparasitarios externos, por el champú utilizado y la frecuencia de los baños. 

Detección del prurito canino

Después de obtener esta información pasamos a explorar al animal y normalmente realizamos 2 pruebas básicas:

• Obtención de una muestra de la epidermis mediante raspado.
• Otra muestra de la superficie de la piel mediante impronta con una tira adhesiva (celo).

Con estas dos pruebas, determinamos la presencia o no de ácaros, como puede ser demódex y sarcoptes, y sobrecrecimientos bacterianos o de malasezias.

Si el animal tiene lesiones pustulares (granitos), se realiza impronta de estas lesiones para comprobar si hay microorganismos implicados. 

Tratamientos para perros que se rascan mucho

Con toda esta información recabada, se inicia el tratamiento básico de control del prurito: ectoparasiticidas adecuados y baños frecuentes con champús antisépticos o hidratantes (en muchas ocasiones ambos).

Con el tratamiento de base iniciado, puede hacerse necesario también el uso de medicaciones antipruriginosas, ya sea en comprimidos o inyectables, y se establece el tiempo inicial de tratamiento, para valorar si es un problema puntual o controlable con los baños o el animal va a necesitar un tratamiento crónico que incluya la medicación.

En los casos que se determina el uso crónico de las medicaciones, como en las alergias, se plantea la posibilidad de realizar la inmunoterapia, así como también descartar la implicación de la alimentación en el cuadro clínico. 

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